¿Te imaginas navegar por el mar sin un mapa? O ¿qué tal conducir un vehículo con los ojos cerrados?
Cuando se quiere alcanzar una meta concreta, se necesita un mapa claro que marque el camino. Esto también aplica al ajedrez.
La mayoría de jugadores de ajedrez “estudia” de manera caótica; miran videos entretenidos y libros famosos.
Confieso que yo usé el mismo “método” durante un buen tiempo y avanzaba dando tumbos. Luego, al verificar un buen entrenamiento, me di cuenta de este terrible error.
El ajedrez nos enseña a pensar estratégicamente. Seguro sabes que en la partida hay que tener un plan (aunque no sea el mejor) y luchar por realizarlo.
Entonces, parece prudente aplicar esto mismo a las situaciones fuera del tablero.
La pregunta es:
¿Ya tienes el plan para este año?
Debes tener en cuenta el balance realizado previamente. Ver Cambiar para mejorar
Mientras te muestro un ejemplo de plan, te daré algunas pistas para que elabores uno por tu cuenta.
Un plan debe tener:
- Tu meta general
- Los pasos o etapas necesarios para avanzar hacia dicha meta
- Calendario de entrenamiento
Tener un plan no es que te asegure el éxito, pero sí aumenta las probabilidades.
En cambio, sin un plan es casi totalmente seguro que fracasarás.
Intenta crear uno. Y recuerda que es mejor tener un mal plan que no tener ninguno.